5 de Diciembre de 2019
La agricultura familiar es una pieza clave para la sostenibilidad ambiental y del sistema alimentario, por lo que mejorar prácticas en el cuidado del suelo, del agua, sistemas de producción y otros, contribuirá a su mejor adaptación ante el cambio climático, han coincidido representantes gubernamentales, de organizaciones multilaterales y de productores del campo.
En el evento `Agricultura familiar. Biodiversidad y cambio climático. Oportunidades en el Decenio de Agricultura Familiar de la ONU´, que ha tenido lugar en el Pabellón España, se ha destacado que en el proceso hacia una producción agrícola resiliente al cambio climático es necesario empoderar a la mujer, que cumple un papel fundamental en las tareas del campo, involucrar a los jóvenes y facilitar el acceso a la tecnología.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha recordado durante la inauguración de esta mesa redonda que hay 750.000 explotaciones agrícolas familiares, que representan el 60% del empleo en el sector agrario de España, y que el esfuerzo consiste en `hacerlas más productivas en una triple vertiente: ambiental, económica y social´.
En este panel también participaron la viceministra de Asuntos Exteriores de Costa Rica, Lorena Aguilar; el director gerente del Foro Mundial Rural, Autxin Ortiz Exteberría; la directora de Medio Ambiente, Clima, Género e Inclusión del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Margarita Astrálaga; el director de Clima y Medio Ambiente de la FAO, Zitouni Ould-dada; y el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Lorenzo Ramos.
En el debate, también se ha resaltado la importancia de considerar a la agricultura familiar `como una de las soluciones´ al cambio climático y como parte importante de cómo todos los sectores deben adaptarse a nuevas formas de producción, consumo y de relación con los ecosistemas.